El ácido hialurónico es una molécula presente de manera natural en muchos de los tejidos y fluídos del organismo. Su producción es clave en la arquitectura de la piel y sobre todo en el mantenimiento de sus niveles de hidratación, ya que es capaz de retener el agua intercelular hasta 1000 veces su peso. Eso quiere decir que es fundamental en la hidratación de la piel.
Se trata de una sustancia lubricante, transparente, de textura similar a un gel, que el cuerpo produce de forma natural para retener el colágeno y el agua para mantener la humedad y proporcionar elasticidad y flexibilidad. Juntamente con la producción de colágeno y ceramidas, el ácido hialurónico ayuda a dar una textura rellena y saludable a nuestra piel. Es, por lo tanto, un agente rellenador y amortiguador. Las mayores concentraciones se encuentran en la piel, dentro de las articulaciones, dentro de las cavidades de los ojos, en la raíz del cabello y en otros tejidos.
Por este motivo, aunque donde solemos escuchar más veces hablar del ácido hialurónico es en el sector de la cosmética y la estética en general, su papel es crucial para la salud en general, no sólo en el caso de los humanos sino también en el de todos los mamíferos.
Como ocurre con la mayor parte de agentes protectores, los niveles de ácido hialurónico disminuyen con la edad. Nacemos con gran cantidad de estas sustancias, que regeneramos con gran rapidez, por eso la piel de los bebés es tan rolliza, suave y tersa, mientras que con los años va perdiendo volumen, se va desprendiendo y resecando, ya que no generamos esas sustancias al mismo ritmo que las sintetizamos. En el caso del ácido hialurónico, la falta de éste también produce dolor en las articulaciones (no lubrican bien), deshidratación en el cabello, etc.
Esta sustancia es indispensable para el cuerpo a partir de los 30 años aproximadamente, momento en el que el mismo deja de producir de forma natural la cantidad que necesita.
Es el momento ideal para comenzar a restaurar la piel, pero también debes pensar en prevenir, por lo que, algunos años antes, alrededor de los 26 deberías pensar en comenzar un tratamiento a base de ácido hialurónico.
Además de hidratar en profundidad, las propiedades del ácido hialurónico ayudan a mantener esta hidratación, reparar la piel y luchar contra los signos visibles del envejecimiento, como líneas de expresión y arrugas.
El ácido hialurónico puede ayudar a:
Ahora que conoces todos los beneficios del ácido hialurónico, seguramente te preguntes cómo incluirlo en tu rutina de cuidado de la piel.
El ácido hialurónico se utiliza en muchas formulaciones, pero los productos cosméticos más conocidos con este ingrediente son los Serum.
Debes aplicar diariamente, en la mañana y en la noche siempre con el rostro limpio y como primer producto de tu rutina facial, luego puedes maquillarte, aplicar alguna crema de tu preferencia o bloqueador facial.